La corrosión intergranular ocurre cuando ciertos metales y aleaciones alcanzan temperaturas entre 425 ° C y 870 ° C (887 ° F a 1598 ° F).
Estas temperaturas son más comunes durante la soldadura, el tratamiento térmico o la operación en entornos de alta temperatura.
Cuando el metal soporta temperaturas tan extremas, cambia a nivel estructural.
El cromo presente en la aleación reacciona con el carbono para crear carburo de cromo cerca de los límites del grano.
Esta formación de carburo esencialmente convierte los límites en células anódicas. Los interiores del grano funcionan como células catódicas, y comienza la corrosión intergranular.