Uno de los escenarios más comunes en los que el acero inoxidable se corroe es a través del contacto sostenido con líquidos o productos químicos.
Conocido como corrosión general, este tipo es típicamente uniforme en toda la superficie del acero. Afortunadamente, la mayoría de los aceros inoxidables responden de manera predecible a una variedad de productos químicos.
Si planea usar acero inoxidable, considere la exposición a lo siguiente para medir los riesgos generales de corrosión.
Ácidos
El acero inoxidable es generalmente resistente a la corrosión ácida. Sin embargo, los niveles exactos de resistencia dependerán del acero en uso, la concentración y los tipos de ácido, y la temperatura ambiental.
Por ejemplo:
Los grados 316 y 317 ofrecen resistencia al ácido fosfórico en la mayoría de las concentraciones y al ácido sulfúrico en concentraciones inferiores al 10 por ciento.
El grado 904 ofrece resistencia a altas concentraciones de ácido sulfúrico.
Los tipos 304L y 430 ofrecen resistencia al ácido nítrico.
El ácido clorhídrico es una excepción a la resistencia general al ácido del acero inoxidable y debe evitarse.
Bases
El acero inoxidable ofrece una fuerte resistencia a las bases débiles tanto en altas concentraciones como en ambientes de alta temperatura. Sin embargo, las bases más fuertes causarán agrietamiento o corrosión por grabado. Se debe tener especial cuidado con las soluciones de cloruro como el hipoclorito de sodio.
Orgánicos
La resistencia a los compuestos orgánicos difiere. En general, los aceros de la serie 300 funcionan mejor con estas soluciones. Sin embargo, las recomendaciones exactas varían en función de factores ambientales como la temperatura y la disponibilidad de oxígeno.
Si planea usar acero inoxidable para almacenar productos orgánicos, consultar a un profesional, como Unified Alloys, puede ayudarlo a resaltar las preocupaciones e identificar opciones para crear una solución de acero inoxidable segura y duradera.
